
La neuralgia del pudendo es un trastorno doloroso causado por la compresión o irritación del nervio pudendo, un nervio que se origina en la zona lumbar y se extiende hacia la pelvis, pasando por áreas como los genitales, el ano y la uretra. Este nervio es fundamental para la sensibilidad y el control motor de las áreas pélvicas, por lo que cualquier alteración en su funcionamiento puede generar dolor intenso.
El dolor característico de la neuralgia del pudendo suele ser punzante, ardiente o de tipo «electricidad», y puede presentarse de manera constante o en brotes. Las personas que padecen esta afección experimentan un dolor debilitante que afecta su capacidad para realizar actividades cotidianas, y puede empeorar con ciertos movimientos o posiciones, como estar sentados durante mucho tiempo.
Causas de la Neuralgia del Pudendo
La neuralgia del pudendo puede ser causada por diversos factores que afectan el nervio pudendo o la zona circundante. Algunas de las causas más comunes incluyen:
1. Compresión o Irritación del Nervio Pudendo
Una de las causas principales de la neuralgia del pudendo es la compresión o irritación del nervio debido a diversas condiciones. Esta compresión puede ocurrir por presiones prolongadas en la zona pélvica, como las que se generan al estar sentados durante largos periodos de tiempo o por lesiones durante el parto vaginal.
En algunos casos, el nervio pudendo puede verse atrapado o irritado por músculos tensos, ligamentos o estructuras anatómicas cercanas, lo que genera un dolor constante.
2. Traumatismos o Lesiones
Los traumatismos o lesiones directas en la zona pélvica, como accidentes de tráfico, caídas o intervenciones quirúrgicas en la zona genital o pélvica, pueden dañar el nervio pudendo o las estructuras circundantes, provocando dolor y disfunción en el nervio.
3. Parto Vaginal
El trauma durante el parto vaginal, especialmente si fue largo o complicado, puede provocar la compresión o el daño del nervio pudendo. El uso de fórceps, el paso de la cabeza del bebé a través del canal de parto y la presión en la zona pélvica durante el parto pueden ser factores de riesgo para desarrollar neuralgia del pudendo.
4. Infecciones Pélvicas
Las infecciones en la zona pélvica o en los órganos reproductivos pueden causar inflamación y aumentar la presión sobre el nervio pudendo. Algunas infecciones, como las infecciones urinarias recurrentes o las infecciones de transmisión sexual, pueden contribuir al desarrollo de esta afección.
5. Condiciones Médicas Subyacentes
Otras condiciones médicas, como la diabetes, la esclerosis múltiple o los trastornos autoinmunitarios, pueden afectar el funcionamiento del sistema nervioso y hacer que el nervio pudendo se vuelva más susceptible a la irritación o compresión. Además, enfermedades como la fibromialgia, que involucra dolor muscular generalizado, pueden también ser factores que contribuyen al dolor de la neuralgia del pudendo.
6. Factores Anatómicos
En algunos casos, la neuralgia del pudendo puede ser el resultado de una alteración anatómica que comprime el nervio. El síndrome del «canal pudendo» se produce cuando el nervio pudendo queda atrapado en un espacio estrecho en la zona pélvica debido a una anomalía estructural.
7. Uso de Prendas Ajustadas o Deportivas
El uso prolongado de prendas ajustadas, especialmente ropa interior que ejerza presión sobre la zona pélvica, o actividades deportivas de impacto como el ciclismo, puede aumentar la presión sobre el nervio pudendo y desencadenar dolor.
Diagnóstico de la Neuralgia del Pudendo
El diagnóstico de la neuralgia del pudendo requiere una evaluación exhaustiva por parte de un especialista en dolor. En Pain Clinic México, el proceso diagnóstico involucra tanto la identificación de los síntomas como la utilización de pruebas específicas para confirmar la afección. Aquí te explicamos cómo se realiza el diagnóstico:
1. Historia Clínica
El diagnóstico comienza con una detallada historia clínica en la que el médico pregunta sobre los síntomas, su duración, factores desencadenantes y la intensidad del dolor. Además, se exploran antecedentes de traumatismos, infecciones previas, cirugía o parto vaginal que puedan haber afectado la zona pélvica.
2. Examen Físico
El examen físico implica una evaluación de la zona pélvica y genital para identificar cualquier signo de irritación, inflamación o sensibilidad en las áreas afectadas. El médico puede realizar pruebas de presión o estimulación de los puntos específicos del nervio pudendo para detectar la fuente del dolor.
3. Pruebas Diagnósticas
En algunos casos, se pueden recomendar pruebas adicionales, como resonancias magnéticas (RMN) o electromiografías (EMG) para evaluar la función del nervio pudendo y descartar otras afecciones que puedan causar síntomas similares. Estas pruebas permiten observar posibles compresiones nerviosas, lesiones o anomalías estructurales en la zona pélvica.
4. Bloqueos Nerviosos
En algunos casos, se pueden realizar bloqueos nerviosos como prueba diagnóstica para confirmar que el dolor proviene del nervio pudendo. Este procedimiento implica la inyección de un anestésico local cerca del nervio pudendo para ver si el dolor disminuye temporalmente, lo que confirma el diagnóstico.
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Tratamientos de la Neuralgia del Pudendo
El tratamiento de la neuralgia del pudendo depende de la causa subyacente del dolor y la gravedad de la afección. En Pain Clinic México, contamos con un enfoque integral y personalizado para tratar la neuralgia del pudendo, siempre supervisado por el Dr. Ale Ismael González Cazares, presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD). Nuestros tratamientos están diseñados para aliviar el dolor, mejorar la función y permitir a nuestros pacientes recuperar su calidad de vida.
1. Medicamentos para el Dolor
El tratamiento inicial de la neuralgia del pudendo suele involucrar medicamentos para controlar el dolor. Los analgésicos de venta libre, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), pueden ser útiles en casos leves de dolor. Sin embargo, en casos más graves, el médico puede recetar medicamentos más fuertes, como anticonvulsivos (utilizados para tratar el dolor neuropático), antidepresivos o analgésicos opioides.
2. Bloqueos Nerviosos y Infiltraciones
Los bloqueos nerviosos, mediante la inyección de anestésicos locales o esteroides, pueden ser muy efectivos para aliviar el dolor intenso y localizado. En algunos casos, las infiltraciones de esteroides o plasma rico en plaquetas (PRP) también se utilizan para reducir la inflamación y promover la curación de los nervios afectados.
3. Fisioterapia y Rehabilitación
La fisioterapia y la rehabilitación muscular juegan un papel fundamental en el tratamiento de la neuralgia del pudendo. A través de ejercicios específicos, estiramientos y técnicas de liberación miofascial, la fisioterapia ayuda a reducir la tensión en los músculos de la pelvis y el área circundante, aliviando así la presión sobre el nervio pudendo.
4. Terapias de Estimulación Nerviosa
La estimulación nerviosa transcutánea (TENS) es una técnica no invasiva que utiliza impulsos eléctricos para aliviar el dolor. Esta terapia puede ser útil para tratar el dolor crónico asociado con la neuralgia del pudendo, al estimular los nervios y bloquear las señales de dolor.
5. Técnicas de Relajación y Manejo del Estrés
El manejo del estrés es clave en el tratamiento de la neuralgia del pudendo, ya que el estrés puede agravar la tensión muscular y el dolor. Técnicas de relajación como la meditación, el yoga y la respiración profunda ayudan a reducir la ansiedad y la tensión, favoreciendo la recuperación.
Prevención de la Neuralgia del Pudendo
Si bien algunas causas de la neuralgia del pudendo son inevitables, existen ciertas medidas preventivas que puedes tomar para reducir el riesgo de desarrollar esta afección o evitar que empeore:
1. Evita la Compresión Prolongada
Evitar estar sentado durante largos períodos de tiempo o realizar actividades que ejerzan presión sobre la zona pélvica, como el ciclismo o el uso de ropa ajustada, puede ayudar a prevenir la neuralgia del pudendo.
2. Mantén una Buena Postura
Mantener una postura adecuada y evitar posiciones que sobrecarguen la pelvis y la columna vertebral puede disminuir el riesgo de compresión del nervio pudendo.
3. Realiza Ejercicio Regularmente
El ejercicio regular fortalece los músculos de la pelvis, la espalda y el abdomen, lo que ayuda a reducir la presión sobre el nervio pudendo y mejora la circulación en la zona pélvica.
4. Controla el Estrés
El manejo efectivo del estrés y la relajación pueden ayudar a reducir la tensión muscular que podría contribuir al dolor de la neuralgia del pudendo. La práctica de técnicas como la meditación o el yoga es altamente beneficiosa
Recuerda que en Pain Clinic México te ayudaremos a crear un tratamiento personalizado para mejorar tu calidad de vida.
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